El Conventual de San Francisco
Foto cedida por el Exmo. Ayto. de Trujillo

Ocupando una parte del solar de la última mezquita aljama que tuvo Trujillo, los franciscanos levantaron aquí, durante el reinado de Isabel I de Castilla, un cenobio de pequeñas dimensiones, que fue sucesivamente ampliado hasta el siglo XVIII; momento en el que adquirió la forma y apariencia con que ha llegado a nosotros el edificio actual, no obstante transformado en sus dependencias monásticas tras las desamortizaciones del siglo XIX, que desacralizaron una gran parte de su perímetro.

En el año 2007, este magnífico edificio fue rehabilitado en parte para poder albergar las instalaciones del Centro Extremeño de Tecnologías Avanzadas.

Teniendo en cuenta las condiciones del entorno y las características singulares del edificio, se utilizaron los materiales más apropiados para su perfecta integración, aprovechando al máximo las áreas rehabilitadas.

En la actualidad, el CETA cuenta con un Centro de Transformación propio con una potencia de 504 kW (630 KVA) y conectado directamente a la red de abastecimiento.

El Sistema Eléctrico del edificio cuenta con un Grupo Electrógeno que sirve de respaldo en caso de corte en el suministro eléctrico principal, alimentando todas las instalaciones críticas del Edificio, cuya capacidad es de 280 kW.

El edificio tiene a disposición una sala de presentaciones con capacidad para 40 personas, dotada de las herramientas audiovisuales necesarias para su uso en cualquier tipo de evento. Además, tiene una sala de reuniones con capacidad para 12 personas, acondicionada con un sistema de videoconferencia vía IP y RDSI.

La zona de técnicos, ubicada en una zona luminosa para el aprovechamiento de la luz natural y dotada de todos los elementos necesarios para facilitar el confort a todos los investigadores que conforman el equipo CETA.

Para la zona destinada al Centro de Procesamiento de Datos se aprovechó una sala en la planta inferior del conventual con una particular cúpula. Su ubicación y sus muros de piedra favorecen, de forma natural, una mayor disipación del aire caliente producido por el equipamiento informático.

Todas las áreas comunes del edificio disponen de máquinas individuales de climatización, alimentadas mediante un sistema general de producción de calor/frío, que a su vez, permite la redundancia de refrigeración en el CPD a fin de garantizar la fiabilidad de la instalación.

Las dependencias del CETA están protegidas mediante un Circuito Cerrado de Televisión (CCTV) que permite registrar el acceso al Centro mediante cámaras IP.

Además, la accesibilidad al mismo está delimitada mediante una Centralita de Accesos por tarjeta magnética, cuya configuración establece la entrada a las diversas zonas que componen el Centro.

El magnífico Claustro de este emblemático edificio, ha sido acristalado a fin de permitir el aprovechamiento de esta inmejorable zona para diversas actividades culturales. Tal es el caso del Planetario del CETA Ciemat (http://planetario.ceta-ciemat.es/).